Está demostrado científicamente que el consumo moderado de cerveza y vino es saludable,
protege al corazón y resulta beneficioso tanto para la salud neuronal
como ósea.
Los polifenoles del vino tienen propiedades claramente
anticancerígenas, aportan beneficios antiinflamatorios,
antienvejecimiento y ayudan a prevenir los problemas gástricos. También
mejoran la respuesta inmunitaria ante determinadas enfermedades
infecciosas y pueden ayudar a aumentar las defensas.
1. Beneficios para el corazón
El vino tinto es considerado desde la antigüedad como un excelente tonificante para la salud y muy beneficioso para el corazón,
siempre y cuando la dosis diaria no supere 1 o 2 copas. Es sabido que
el consumo equilibrado de este tipo de bebida puede llegar a reducir el
riesgo de padecer problemas cardiacos hasta en un 40%.
Es conocida su propiedad de elevar los niveles de colesterol bueno y
reducir la obstrucción de arterias del corazón, disminuyendo así el peligro de ataques cardiacos.
2. Mayor optimismo
Un estudio demostró que los no bebedores sufren más depresión y ansiedad que los que si toman un par de copas al día. Los investigadores fueron los primeros sorprendidos por este resultado y se mostraron preocupados, pues pensaron que su estudio era defectuoso,
ya que incluye tanto a las personas que nunca habían bebido como a las
personas que tuvieron que dejar de fumar. Sin embargo, después de
repetir el estudio, los investigadores encontraron los mismos
resultados.
3. Aumenta la capacidad intelectual
En este sentido estamos acostumbrados a considerar que el alcohol debilita los sentidos y reduce la capacidad mental, lo cual es cierto si
se consume en exceso, pero si lo ingerimos con cuidado podría resultar
beneficioso para la inteligencia y la capacidad mental, reduciendo hasta un 23% las probabilidades de padecer Alzheimer o deterioro cognitivo.
Para obtener este beneficio lo mejor es beber un vaso de vino al día,
con lo que estaremos mejorando el flujo de sangre hacia el cerebro y
fortaleciendo las células cerebrales.
4. Mejor rendimiento en el trabajo
Los
bebedores moderados tienen menos probabilidad de ausentarse en el trabajo que sus
compañeros que no beben. Un estudio finlandés demostró que las personas que no beben o dejaron de beber o beben mucho estuvieron ausentes del trabajo 1 ó 2 veces más que aquellos que beben de manera moderada.
El estudio también revelo que los bebedores hacen mejor su trabajo. De
hecho, un investigador afirmó: "La diferencia de enfermedades
entre los no bebedores y entre los bebedores moderados puede ser
consecuencia de la falta de los efectos protectores del consumo de
alcohol".
5. Quema grasas
Para esto nada mejor que una pequeña botella de cerveza
al día, pues, aunque no lo creas, se demostró que los organismos
acostumbrados a una ingesta continua y moderada de este tipo de alcohol
reaccionaban con procesos metabólicos levemente diferentes, permitiendo
así quemar las grasas y evitar el aumento de peso.
Además se constató que al consumir alcohol de forma regular se
disminuye la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos, uno de los
principales nutrientes que ayudan al sobrepeso.
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